

Exposición celebrada en la Sala Maestra entre Diciembre 2009 y Enero de 2010
Desde esas primeras fotos que capturaban ocho horas de imagen, quieta y silenciosa, pasando por los misterios parisinos de Eugéne Atget, recorremos el viaje fantástico de la fotografía, ficciones varias, poesía, sueños, surrealismo, enigmas de este mundo contenido, conciso, de instantánea que atrapa el tiempo, tiempo de sueños y fantasía ficción de la mirada, que se permite jugar con el espacio, este mundo sugerente de la fotografía que como imagen especular que es nos trasporta a la mirada del otro en la magia de entrar en sus ojos y su perspectiva para en ese asiento navegar en el espejo mágico y descubrirnos en él.
La sorpresa de descubrir la imagen surreal como el juego de apariencias de lo que puede ser -es y no es real, sentir que la fotografía es el arte de pintar con la luz, fantasía del observador- observado, huella de lo vivido, afirmación que lleva a la conciencia del ser y el existir, comunión con la mirada/as colectiva/as que nos rompen fronteras y nos sumergen en los secretos del agua.